Quizás había esperado demasiado. Quizás había esperado demasiado poco. Quizás aquello era todo y quizás aquello no era nada. Relativismo en estado puro. Sólo recordó como aquella noche fría, de diciembre, aquellos brazos le habían sacado del abismo.
jueves, 3 de diciembre de 2009
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